26 junio 2011

NOTA DE PRENSA SOBRE EL ASCENSO DE LA COFRADÍA ADORATORIO CERRO MERCACHA

Con una subida al cerro La Mesa celebrarán el wetripantu en el colegio El Sauce
Se espera la participación de al menos unas 50 personas.
23/06/2011 00:00
Andes Online

LOS ANDES.- Con el ascenso al sagrado adoratorio indígena que se encuentra en la cima del conocido cerro Mercacha o también llamado La Mesa, la “Cofradía de Baile Chino Adoratorio Cerro Mercacha” de la Escuela El Sauce de Los Andes, conmemorará bailando este 24 de Junio el Año Nuevo de los pueblos originarios o Wetripantu.
    La cofradía que además cumple un año más ese mismo día, realizará esta actividad a partir de las 8:30 desde la mencionada escuela, siguiendo una antigua ruta hasta la cima del Mercacha, donde aún se conservan vestigios de lo que antiguamente, era utilizado como adoratorio por los indígenas habitantes del valle del Aconcagua. Arriba se llevará a cabo una rogativa propia de estos bailes.Para tal ocasión, se espera la participación de al menos unas 50 personas entre estudiantes, apoderados, profesores y otras personas interesadas en esta ancestral rogativa, las que asistirán incluso viniendo desde otras regiones.
    Empeñada en recuperar la raíz precolombina de esta manifestación religiosa, la cofradía “Adoratorio Cerro Mercacha” que lleva dos años cultivando esta danza, ha visitado importantes sitios de interés patrimonial, como el templo de la ciudad de Andacollo o el Cerro Huelén en Santiago, además de la fiesta de la Cruz de Mayo en el sector de Los Chacayes.La hermandad que reúne a la comunidad escolar de la Escuela El Sauce, es una de las tantas actividades extraprogramáticas de este importante establecimiento de la comuna de Los Andes.
    Cabe recordar que la rogativa que se realizará este Viernes 24 de Junio, pretende recuperar uno de los principales lugares de adoración de este sector del país, a través de la presencia de un Baile Chino. Este tipo de danza de origen precolombino, se viene practicando en esta parte del país al menos hace unos 1000 años, por lo que esta actividad viene a rescatar una de las más importantes manifestaciones religiosas y patrimoniales del Valle del Aconcagua.