La cofradía de baile chino de la
escuela el sauce y otros peregrinos, realizaron rogativa en la cima de “La
mesa”, para pedir por el agua del valle aconcagüino.
El
pasado Sábado 21 de Diciembre un grupo de peregrinos celebró en la cima del
cerro “la Mesa” el solsticio de verano. Se trataba de danzantes o vasallos de
baile chino de distintas partes del Aconcagua, profesores, antropólogos,
arqueofotógrafos, apoderados y una delegación de estudiantes de la escuela El Sauce
de Los Andes.
La
actividad consistió en el ascenso a los más de 1600 metros que tiene el
Mercacha, antiguo adoratorio precolombino, que en su cima deja ver en su arquitectura
y arte rupestre, la especial significancia que posee. Ya estando en dicha altura,
se llevó a cabo una procesión en honor a Inti y Pachamama, luego la rogativa, se
centró en la petición por el agua, nuestro vital elemento, ya que proyectos
mineros como el 244 y los ya existentes, ponen y pondrían en peligro la
presencia de agua en el valle.
Esta
peculiar celebración y rogativa, que está enmarcada en uno de los proyectos que
lleva a cabo la cofradía de Baile Chino Adoratorio Cerro Mercacha, fue
financiada con fondos del consejo de la cultura con su programa para iniciativas
culturales de estudiantes y convocó a más de cincuenta personas, quienes se
trasladaron desde distintos puntos del valle y del país.
Especial
alegría causó entre los asistentes poder presenciar la puesta del sol, marcada
con exactitud con una piedra o altar engalanado con arte rupestre, demostrando
así la importancia que posee este sitio arqueológico.
Piedra
que marca la caída del sol justo en el
solsticio de verano en el Mercacha.
Foto
Yerko Chacón Observatorio Pocuro